Poco se conoce, todavía, la utilidad del mentoring educativo para los grandes beneficios que aporta este nuevo paradigma sobre la educación. En el ámbito educativo, esta herramienta se convierte en una ayuda clave para lograr el éxito y entender la importancia de determinadas normas y objetivos para alcanzarlo.
La perseverancia y la resiliencia son dos términos que nos gusta utilizar cuando hablamos de la consecución de metas. El éxito, al final, es un proceso largo en el que la motivación juega un papel fundamental. Es el alimento que nos impulsa como personas a proponernos objetivos para conseguir los resultados que queremos y pasar a la acción. Hoy, te explicamos qué relación tiene el mentoring educativo con el éxito y cuánto bien ha aportado al escenario educativo en todos los ámbitos y niveles.
¿Qué es el mentoring educativo?
Lo ideal sería empezar por el principio y buscar una definición sobre este concepto. El mentoring en el ámbito educativo es, ante todo, una herramienta de fomento del liderazgo. Como dijimos al principio, se trata de una relación de apoyo ejercida por un mentor -habitualmente un profesor- sobre un alumno para acompañarle y asesorarle durante un proceso de aprendizaje. El mentoring educativo no se limita, ni presenta, el esquema tradicional profesor-alumno, sino que va más allá. Esto significa que el profesor no es quien posee los conocimientos y los transmite, sino que se convierte en un acompañante imprescindible que guía el aprendizaje a través del conocimiento personal del propio alumno. Esto es, sus intereses, sus necesidades, sus valores, sus fortalezas y puntos de mejora. Ese ambiente de confianza genera unas sinergias maravillosas que sitúan en el centro al alumno y que lo hacen caminar hacia su propia autonomía y motivación.
El mentoring educativo permite que los alumnos asuman sus propias responsabilidades y tomen iniciativas dentro de este proceso de enseñanza y aprendizaje. Al final, esta nueva forma de acompañar en el estudio convierte a los alumnos en protagonistas de su propio desarrollo intelectual, pero también personal y emocional. Lecciones valiosas que no caducan ni se olvidan.
¿Por qué es necesaria la figura del mentor?
En el sistema educativo actual esta visión sobre el mentoring aún se encuentra alejada de las tradicionales metodologías didácticas. La innovación e investigación en áreas como la neurociencia o inteligencia emocional tienen mucho que decir. Aunque parece que actualmente es una tarea que pocos se atreven a afrontar con visión de futuro.
El descubrimiento de las inteligencias múltiples de Howard Gardner ya lo vaticinaba. La inteligencia no es un conjunto unitario que agrupe diferentes capacidades específicas, sino una red de conjuntos autónomos interrelacionados entre sí.
Precisamente, creemos que la figura del mentor puede ayudar a muchos alumnos a tomar conciencia de su propio potencial. Además de a comprender la naturaleza de sus emociones. Sin duda, es un actor estratégico para fomentar nuevas fórmulas de aprendizaje desde una perspectiva más individual, autónoma y responsable.
Ese esquema del que hablábamos comienza a proyectar un perfil muy diferente al de profesor tradicional. El mentor pretende potenciar y mejorar la autoestima, el compromiso, la colaboración y las relaciones interpersonales del alumno. Un proceso de transferencia de conocimiento para adquirir competencias sociales y personales.
En definitiva, en Grupo Musarte creemos que el mentoring educativo es una de las bases para el cambio aplicable a todos los ámbitos y edades. Es decir, sin dejar a un lado el ámbito empresarial o el de muchos docentes o padres. ¿Acaso los padres no necesitan mentores?. Este tipo de formación, que también impartimos desde nuestro centro, asume la necesidad palpable de comenzar a plantearse multitud de cuestiones. Entre ellas, la correcta gestión del tiempo, las claves para mejorar la concentración o las técnicas de estudio adaptadas y personalizadas para el nuevo mundo. Un mundo conectado y lleno de retos.
