La noticia ha caído como un jarro de agua fría. Ha fallecido Ken Robinson, el defensor a ultranza del fomento de la creatividad en la escuela. El hombre que nos hizo creer que el sistema educativo podía reformarse para dejar de coartar la creatividad de esos pequeños genios en potencia.
De este conferenciante sublime aprendimos que la educación es algo más que esa visión limitada de lo que es la inteligencia. Su fomento por la creatividad en los colegios fue todo un revulsivo para aquellos que llevamos años dedicados al fascinante mundo de la educación y el talento en edades tempranas. Robinson defendía que las artes habían sido disciplinas muy poco valoradas en los centros educativos frente a otras asignaturas más racionales y analíticas, como matemáticas o lengua. Defendía con convencimiento que disciplinas como la música, el teatro o la danza no son asignaturas menores dentro del sistema educativo.
El fomento de la creatividad en la escuela, una idea revolucionaria
El cáncer ha callado su voz, pero no su legado ni sus ideas innovadoras sobre el fomento de la creatividad en la escuela. Robinson decía que la educación actual no estaba preparada para concebir otro tipo de inteligencias diferentes, es decir, aquellas que se salen de lo previsto.
Los niños, cuando son niños, no tienen miedo a arriesgar ni a equivocarse. Picasso decía que todos los niños nacen artistas. Una lección que este pedagogo británico hizo suya durante años para advertir que el sistema educativo es una máquina que destruye la creatividad de los niños. «La escuela mata la creatividad», sentenció él en 2006 en una charla TED que acumula más de 66 millones de reproducciones y que lo hizo ser uno de los asesores más influyentes del mundo en materia educativa.
Un hombre inspirador
Desde Grupo Musarte hoy queremos hacer nuestro pequeño homenaje a este hombre influyente, cuyo mensaje siempre nos ha servido de inspiración en nuestro trabajo diario. Nosotros también creemos que el desarrollo del talento y la creatividad son esenciales para diferenciarse y que todos tenemos un diamante que está dispuesto a brillar con las herramientas adecuadas. Una idea que parece, tristemente, revolucionaria en un mundo en el que la creatividad y la cultura aún no tienen el peso que les corresponde en materia educativa.
Esa voz que buscaba con pasión el cambio en las escuelas y en la educación tradicional siempre estará muy presente en nuestro camino. El arte y la música forman parte de nuestro día a día y en ocasiones hemos hablado de sus múltiples beneficios. Ese viaje por la imaginación de los niños fomenta su actividad creativa y transformadora. La música y el arte hacen vivir experiencias y emociones que enriquecen la mente hasta límites infinitos.
Como Ken, nosotros vivimos explorando esta disciplina que actúa como potenciado de las capacidades y las emociones de los niños. El fomento de la creatividad en la escuela, como decía Ken, influiría de manera real en el proceso de aprendizaje de nuestros genios. Tanto padres, como docentes e instituciones educativas deberíamos conocer a fondo todos estos beneficios para convencernos de por qué son importantes en la educación. Gracias Robinson, por habernos regalado un mensaje para la eternidad.
