Quedan pocos meses para que comience el curso en Grupo Musarte -y ahora estamos a tope con el programa de intensivos del mes de julio- y creemos que es un buen momento para resolver muchas de las dudas que os asaltan. Si eres nuevo o es la primera vez que matriculas a tu hijo en nuestro centro seguro que te preguntarás cuál es el método de aprendizaje que llevamos a cabo en una clase de instrumento.
Podría parecer una pregunta sencilla de resolver. Parece que aprender a tocar un instrumento es, simplemente, saber leer partituras y ‘machacar’ la técnica hasta que nos bailen las manos. Pero lo cierto es que nuestro método -o nuestro enfoque del aprendizaje- tiene muchas más herramientas que facilitan a los alumnos el proceso para aprender a tocar el piano, la guitarra o cualquier otro instrumento.
Queremos acabar con ese falso mito de que la música es solo técnica. Sin dejar a un lado su importancia dentro del aprendizaje musical, creemos que una clase de instrumento se compone de más cosas que debemos tener en cuenta. ¡Y ahí van!
¿Qué se trabaja en las clases de instrumento?
1. Plan de consecución de metas
A todos alguna vez nos han dicho que lo importante no es llegar, la meta es el propio camino. Por eso es importante fijar objetivos graduales, concretos y medibles a través de las partituras para que el trabajo del alumno sea estimulante. De esa forma, conseguimos que el aprendizaje musical sea más rápido y eficaz.
2. Musicalidad e interpretación
La música es emoción. Y en una clase de instrumento eso jamás puede faltar. Además de la técnica, como hemos mencionado antes, hay otros componentes intrínsecos que acompañan ese aprendizaje musical. La musicalidad o la interpretación son algunos de ellos.
El concepto de musicalidad es bastante abstracto, pero lo relacionamos con lo bello, con lo que nace del alma y nos emociona sin querer. Las melodías son algo más que notas en un pentagrama, es una forma de expresar, de contar, de hablar. Es importantísimo trabajar este punto para aprender a reconocer los conceptos musicales y lo que hay más allá de la partitura.
3. Estilo y contextualización musical
Para aprender a tocar cualquier partitura, también es importante contextualizar la obra y analizar su forma. Las «conversaciones musicales» son también una parte activa de las clases de instrumento.
El alumno debe comprender la música auditivamente y en la práctica. Saber reconocer y diferenciar conceptos musicales y ritmos para después ejecutar en el instrumento. Además, nos resulta esencial que se conozca la vida del compositor de la pieza y los factores ambientales, sociales y culturales de la época. Hay que vivir cada partitura como una aventura.
El trabajo de un profesor no solo debería limitarse a corregir los errores de los alumnos cuando sigan una partitura, ¡eso es un error! Profesor y alumno crean música juntos. Estudiar una partitura es algo más.
4. Mentoring educativo en cada clase de instrumento
El objetivo que tenemos desde Grupo Musarte es formar a personas para toda la vida. De esto hablamos largo y tendido en el anterior artículo de nuestro blog ‘Educar en el siglo XXI: la educación en valores’ . Como conclusión, creemos que las clases de instrumento no deben limitar a los alumnos a ejecutar las notas que salen en una partitura, sino a entender lo que tiene delante. En definitiva, a hacer música de verdad.
